“Si es cuestión de confesar”
Enero y su año nuevo
han quedado ya un poco atrás. Al igual que todas esas promesas que te haces a ti mismo cuando dan las doce
campanadas: “Me pondré en forma”, “estudiaré mucho más duro”, “me esforzaré más
en el trabajo, “,dejaré de fumar”…
Promesas que te haces a ti mismo con la esperanza de
que el año que entra sea un poco mejor que el anterior, te convences de que
“que pase lo que pase no dejarás que nada te pare” porque “este es tu año”,
porque “esta vez es diferente a las anteriores”.
Luego llega Marzo, con
sus (todavía) días fríos, sus ganas de semana Santa y la misma rutina. Y un buen día, te paras a reflexionar sobre todas esas
promesas y pensamientos que tenías, y te das cuenta de que sigues siendo la
misma persona que el 31 de Diciembre, con los mismos fallos, los mismos vicios y la misma lista de promesas pendientes de cumplir.
"Porque lo último que perdemos es la esperanza"
No hay comentarios:
Publicar un comentario